Autores: Timothy J. Grigsby, Christopher J. Rogers, Larisa D. Albers, Stephanie M. Benjamin, Katherine Lust, Marla E. Eisenberg, Myriam Forster
Pagina de publicación: INTERNATIONAL JOURNAL OF BEHAVIORAL MEDICINE VOLUME
Fecha de publicación en línea: 08 Julio 2020
Enlace del documento: https://doi.org/10.1007/s12529-020-09913-5
Resumen #
Antecedentes #
El estudio original de Experiencias Adversas en la Infancia (ACE, por sus siglas en inglés) demostró relaciones sólidas y graduadas entre el maltrato infantil y la disfunción del hogar y el estado de salud de los adultos. El presente estudio volvió a examinar estas relaciones en una muestra de adultos jóvenes, estudiantes universitarios para caracterizar mejor el momento del desarrollo de los problemas de salud relacionados con la exposición a la ACE y las diferencias por sexo biológico.
Método #
Se administró un cuestionario transversal de salud general que incluía elementos sobre ACE a adultos jóvenes (de 18 a 29 años) en universidades de California ( n = 3880), Minnesota ( n = 7708) y Texas ( n = 451) entre 2017 y 2018. Se evaluaron siete ACE: maltrato psicológico, físico o sexual; violencia entre padres; o viviendo con miembros del hogar que abusaban de sustancias, que padecían enfermedades mentales o que alguna vez estuvieron en prisión. Los indicadores de salud binarios se sometieron a una regresión sobre el número de ACE como 0 (referente), 1, 2, 3 y 4 o más mediante el control de regresión logística por edad, sexo biológico, raza/etnicidad y sitio.
Resultados #
Aproximadamente el 51,7 % de la muestra informó al menos una ACE con una tasa significativamente más alta entre los participantes de Texas ( p < 0,001). Observamos relaciones graduadas entre los niveles de exposición a ACE y los indicadores de salud física, mental y conductual, incluido el uso de cigarrillos, el uso de cigarrillos electrónicos, beber y conducir, obesidad, depresión de por vida, ideación e intento de suicidio, autolesiones no suicidas y falta de sueño reparador. Las mujeres expuestas a ACE informaron peor estado de salud mental que los hombres expuestos a ACE, mientras que los hombres informaron más uso de sustancias que las mujeres. La mayoría de los resultados no variaron significativamente según el sexo.
Conclusión #
Las fuertes relaciones graduadas observadas entre la exposición a ACE y el estado de salud entre los adultos jóvenes refuerzan la necesidad de programas de intervención informados sobre el trauma en los campus universitarios.